¡Bienvenida Vera Buendía al VIII Festival de Poesia en la Escuela¡


almagro

si querés una casa, no la desvalijes
no le rompas los cimientos
no la dejes estancada
si querés una casa, querés una casa
un techo para taparte de la lluvia
una estufa que te dé calor
una casa con puertas y ventanas
para entrar y salir cuando quieras
un piso para no caerte
si querés una casa, construila
con ladrillos, cemento y tus manos
con ideas y planos
con un jardín
con el sol que se ve desde la cocina
también puede ser de barro y adobe
mientras sea una casa
y no una fuga de gas,
una gotera,
un caño roto.
cosas que son de la casa
pero no son la casa
arreglá tu casa con cosas,
si no querés que las cosas
te absorban la casa.


Vera Buendía (1993, Argentina). Desde que tengo aproximadamente seis años de edad, comencé a escribir. Escribía en mis diarios íntimos sobre lo que me pasaba en el colegio, y después tenía una sección dedicada a poemas y canciones con temas, por ejemplo, la amistad. Cuando me enamoré por primera vez, en el 2007, arranqué con una serie de cuadernitos que son para uso exclusivo de la poesía y/o narrativa, y los diarios íntimos aparte. A partir del 2011, mi último año en la secundaria, también inicié otra colección de cuadernos, esta vez, para la gestión cultural (en ese momento yo no lo sabía, pero ahora que lo sé lo denomino así). Ahora todos los cuadernos se me mezclan, pero nunca me olvido de llevar uno encima para anotar poemas, o apuntes de la facu, o eventos que produzco.
Desde el año 2013 que vengo recitando poemas en forma oral, cada vez creo que lo hago mejor, con una firme convicción sobre la performatividad de la palabra. El año pasado salió publicado mi primer libro ¡Sálvese quien pueda! (Elemento Disruptivo Editora). También canto y escribo las canciones de Birralasagna, mi banda punk del amor. Mientras tanto, curso Gestión del Arte y de la Cultura en la UNTREF, ya en mis últimos cuatrimestres y soy ayudante de cátedra en Lenguajes Artísticos IV: Artesanías y Folklore, materia que disfruto muchísimo, y de la que aprendo todo el tiempo.


Foto: Mili Morsella

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