He creado tu rostro mil veces.
Desde el fondo de las cosas últimas,
las cosas que no son
Tal o cual cosa, sino nada,
esa nada que nos devuelve
el alma porque sí,
por la sola causa
de aumentar la grandeza del misterio.
He creado tu rostro mil veces.
Con mis ojos anochecidos de tus ojos,
mis ojos como leopardos desahuciados
de hambríos mis ojos
que lo han visto todo
cuanto puede ser visto,
todo aquello de triste
retorno respiro
de la no luz
y sin embargo.
Mamoushka
A Rosa Karchevsky.
El frío nómada que sólo
un samovar lleno lo calma.
El último grito
donde sale y se pone el sol;
el pasado…
Que una muñeca rusa parece.
He visto triángulos
de fertilidad en las costillas;
el níquel del dolor,
la historia,
de mentón doblegado.
La Petrushka de Ladoga;
una ilusión de Liev;
Épicas
en tus ojos helados
ay! Lena; Lena
Que una muñeca rusa parece.
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