Taller “Cápsula de tiempo”: una pelota trotamundos del cielo lanzada al infinito (por Gabriela Clara Pignataro)

 






Taller “Cápsula de tiempo”: una pelota trotamundos del cielo lanzada al infinito con

3ero2da, Liceo 1, CABA.

La previa: vagando por el espacio exterior entre libros de Bradbury y cómics de ciencia

ficción

Cada septiembre, la llegada del festival “Poesía en la escuela” siempre me pone a pensar: sin

repetir y sin soplar, otro taller, otra dinámica, para otro grupo, otra escuela, otro calendario

corriendo.

Otros años fueron talismanes, amuletos, oráculos y también cajitas que contenían un universo

de hormigas y lunas en ellas. 2023 ¿Qué traés en tu misterio de año impar?

Me avisan que me toca trabajar con 3ro3ra en el Liceo 1. La alegría es doble: por un lado, me

emociona mucho volver a los pasillos del Liceo en su versión diurna, ya que a la noche hice allí

la carrera que me cambió la mirada poética y política del mundo; por otro lado, los 3eros años

me fascinan, esa mitad del universo de la escuela secundaria, un momento de puente y espiral.

Entonces, retorno ¿qué pensar, qué desear juntes desde la mitad de la adolescencia y más

allá? Quienes recorremos las aulas, tenemos un zumbido en el oído, un ruido blanco entre los

días: el futuro. El problema del futuro: que exista, poder soñarlo, imaginarlo, nombrarlo.

Desde los tiempos antiguos la humanidad soñó en el tiempo lo que aún no había llegado: las

invenciones humanas, las creaciones, los artefactos sensibles se mueven hacia adelante sin

saberlo. Este presente, fue imaginado como futuro en el pasado; este presente, una tabla de

pique hacia lo que vendrá.




Hay algo misterioso en aquellas cosas que se pierden, se guardan o se abandonan y luego son

encontradas: tiempo después ese tesoro imperfecto cuenta una historia, el gesto de un

momento, el documento de un instante. Así es que existen las cápsulas del tiempo: un camafeo

del hoy que se cierra para ser abierto mucho tiempo después. Su existencia trae una promesa

de futuro: lo que hoy se guarda, será encontrado, alguna vez. Y así fui a conocer a les chiques

de 3ero3era: con este delirio compartido de hacer magia invisible con el tiempo.



Naves que brillan en la mañana gris: 4 de septiembre, Liceo 1.

Avda. Santa Fé, tiene a esta altura una gran cantidad de puestos de flores: es así que la

mañana de septiembre se llena de fresias, aunque el frío despiste la llegada de la primavera.

En el Liceo nos esperaban con café y medialunas y expectativa y cuerpos inquietos y alegría y

ansiedad y y y… en la Biblioteca amansamos un poco las caras de recién levantadxs, nos

conocimos y re-conocimos: alguien ya había dado clases allí, alguien ya había estudiado allí,

alguien llegaba por primera vez.

Encendemos motores y ahí vamos: hacia el primer piso, reinado de los 3eros.

Cuando entro a 3ero3era me encuentro con un grupo numeroso de unxs 24, 25 estudiantes

sorprendidxs por la visita. ¿Leen poesía? ¿Qué leen? Manga, sagas, novelas de amor, fantasy

y crímenes. Y algo así como poesía.

¿Alguna vez viajaron en el tiempo? Si alguna vez leímos un libro, escuchamos canciones de

otra época o miramos un monumento, de alguna manera estamos viajando en el tiempo. Este

presente alguna vez lo imaginaron nuestrxs abuelxs (tal vez imaginaban autos voladores y

hologramas a un botón de distancia) y ahora nosotrxs ¿qué pensamos del futuro? ¿pensamos

en el futuro? ¿por qué la humanidad siempre soñó con las estrellas? Muchas respuestas

aparecieron: pensamos en el futuro porque el presente no nos gusta, pensamos en el futuro

para tener esperanzas, pensar en el futuro da miedo porque no llegó y no sabemos nada de él.


Nos paramos en este puente que es el hoy y leímos un poema muy breve del poeta cuyano

Juan López


El pasado es tu sombra,

el presente es tu cuerpo

y el futuro es ese viento

que otra vez muere solo

entre los edificios.

Juan López, Ciclos Vitales.

Ed. El andamio, 2017

Entonces jugamos a desarmar las líneas temporales y multiplicarlas: este poema tantos

poemas como estudiantes, mutiplicados por tres: pasado, presente futuro.

El pasado es tu sombra que…

(….)

que siempre está

presente, tiene su mala costumbre

de interrumpir.

El pasado nunca se fue del todo:

siempre se esconde en canciones, lugares,

fotografías.

(…)

El presente es tu cuerpo que siente…

(…)

El presente es tu cuerpo

siente demasiadas cosas y no sabe

expresarte ¿cómo decir las cosas

a vos misma, a otras personas?

(…)

El futuro es el viento que trae..

(…)

El futuro es ese viento que trae esperanza

siempre soñamos

con un futuro brillante, pero….

nunca sabemos que puede pasar:

todo es un misterio.

El futuro es ese viento que trae

Recuerdos de lo que vivo ahora.

(…)

1…2…3, escribimos en papeles que luego se reunieron en 1…2…3 sobres: allí juntamos los

pasados, los presentes, los futuros para un poema colectivo.

Pero esto…esto…no termina aquí.

Ray Bradbury dice que los poemas que se escriben son como una pelota trotamundos del cielo

/ lanzada al infinito / de una mano invisible a otra mano invisible/ . Una mano invisible lanza, lo

que otra recibirá inesperadamente. ¿Qué pasa si nos lanzamos nuestra propia flecha al infinito

para levantarla en el futuro? ¿Qué le querríamos contar a nuestro yo del futuro? ¿Qué cosas

hoy son importantes recordar, desear, soñar?

En este momento giraron sobres por el aula: quien remite, es también destinatarix. De yo, para

quién también seré yo. Así, se escribieron cartas que sólo serán leídas en el futuro por ellxs

mismxs que serán otrxs tocados por el tiempo y la vida compartida.


Faltaba un último paso antes de cerrar la caja ¿Qué fecha le ponemos? Esta caja será abierta

XXXX. La decisión fue unánime: el primer día de 5to año, marzo de 2025.

Inscribimos la fecha, sellamos la caja y con ella una promesa: habrá un futuro, hermoso,

luminoso, desafiante, difícil, nuevo, incierto. Habrá un futuro porque las cartas ya están en viaje

hacia él.


Gabriela Clara Pignataro



Pasado, presente, futuro: poemas colectivos


El pasado es tu sombra,

el presente es tu cuerpo

y el futuro es ese viento

que otra vez muere solo

entre los edificios.

Juan López, Ciclos Vitales.

Ed. El andamio, 2017


El pasado es tu sombra

que me genera ruido interno

que me molesta y a la vez me trae felicidad

que siento cuando te veo, es la mirada que siento,

esa mirada que ya no logro encontrar

que siempre te perseguirá o atormentará

que siempre te persigue

que estaba triste y confundido

El pasado es tu sombra que se oculta

que extraña

que se oculta

que atormenta

que algún día se olvidará:

pero aprenderás en el camino

de la seguridad, de los errores se aprende

y la solución es ganar.

El pasado es para reflexionar,

no para repetirlo.


El pasado es tu sombra que

le gusta el fútbol,

te trae problemas, recuerdos, nostalgias

sentimientos tanto buenos como malos,

el pasado es tu sombra que extraña

que marca los pasos de los momentos


vividos, recordando lo que fue

y lo que somos.

Es tu sombra que dice

que debes aceptar las cosas como son

y no como quieres que sean.


El pasado es tu sombra que me ayudó

a ser quien soy hoy, pero extraño

ser la nena chiquita que no sentía

nada y no sabía nada

sobre los sentimientos;

es tu sombra que siempre está presente

ya que la vamos a recordar:

como la niñez que tuve

las cosas buenas y las cosas malas

que me pasaron y me hicieron ser

lo que soy hoy.

Extraño a esa yo de antes:

siento que era más feliz y tranquila.

El pasado, el pasado, el pasado

El pasado es tu sombra que te acompaña

esa nena chiquita, juguetona:

sigue en vos y no te deja

porque es esa nena chiquita

la que te acompaña y no te deja sola:

ojalá Bianca del futuro lo pueda hacer.


El pasado es tu sombra que sigue

pero se va yendo, desapareciendo de apoco:

esa felicidad que tenía ya no está,


pero extraño ese yo, ese ser que era feliz

ese ser

que no se preocupaba por boludeces.

siempre lo extraño,

además de que le agradezco por todo.


El pasado es tu sombra que siempre está

presente, tiene su mala costumbre

de interrumpir.

El pasado nunca se fue del todo:

siempre se esconde en canciones, lugares,

fotografías.

Si no dejás atrás tu pasado

nunca vas a avanzar

lo que te define no es

tu pasado sino lo que aprendiste de él.

El problema no es recordar el pasado,

sino quedarse allá.


Dejá atrás el pasado:

el futuro está lleno de aventuras.


El presente es tu cuerpo

que siente cansancio de todo aquello

que sucede alrededor:

se fijan en tus errores

en los malos pasos que das,

como si nunca

los hubieran dado ellos.

El presente es tu cuerpo que siente


felicidad

motivación

cansancio

sueño y hambre

dolor

se siente: impaciente

siente incertidumbre,

es tu cuerpo que siente

la tristeza al despertar.


El presente es tu cuerpo que siente

cada sentimiento

cada aventura

cada consecuencia

cada decisión:

es momento de disfrutar y no mirar

atrás.


Es tu cuerpo el que siente

lo vivido en el pasado

la ansiedad del futuro

lo que pasa día a día:

bien y mal

angustia y alegría

siente que es un gran error

arruinar el presente

recordando un pasado

que ya no tiene futuro.


El presente es tu cuerpo que siente amor


diferentes emociones a cada rato:

puedo estar feliz

re feliz

ponerme triste

y así.

A veces cansada

otras tan feliz

soy insegura de mi

y quisiera cambiar es:

espero poder hacerlo.

lo lindo de este presente:

tener a esa persona al lado

la persona que “amás”

y a mi mami y hermanita.


El presente es este cuerpo que siente

el cansancio de luchar

de preocuparse por los demás:

la única solución es no quedarse atrás

y avanzar.


El presente es tu cuerpo

es una ruleta de emociones y sensaciones

es todo lo que está bien

lo que está mal.

La amo y la odio:

sé que es fuerte, va a poder con todo.

Todo el cuerpo merece sentirse bien:

a veces lo culpamos de varias cosas

y no tiene la culpa


y eso, eso está mal.


El presente es tu cuerpo

siente demasiadas cosas y no sabe

expresarte ¿cómo decir las cosas

a vos misma, a otras personas?

ahora mismo no sabe,

como expresarse

con la gente que quiere.


El futuro es este viento

que trae sueños y ser alguien importante

ser abogado, poder ayudar a mi familia:

una de las metas más grandes

para el futuro.

este viento que trae gente

que te va a hacer bien

te va a curar todo eso que estás pasando

¡también trae muchos sueños!

ya va a llegar todo eso que te haga bien.


El futuro es este viento que trae felicidad

nuevos desafíos

miedo:

no sé, aguante el fútbol,

facturas

incertidumbre

temor y curiosidad

problemas

cariño


¡estrés!

amores

depresión.

Pero no solo eso:

también trae cosas buenas,

la ansiedad del porvenir

y el no poder dejar ir,

el descanso de tanto esfuerzo,

los logros que luchaste,

el esfuerzo dado y sacrificado

por eso que tanto has amado:

cuando todo parezca ir en tu contra

recuerda que el avión despega

contra el viento.


Es ese viento el que trae sueños

desilusión

felicidad: mucha felicidad

o preocupación

o estrés

y muchas amistades

¡todo a la vez!

Trae sueños: tener una profesión

tener plata y estar con mi familia,

cumpliendo cosas que no pensaba

poder cumplir.


Es ese viento que trae

lo que algún día se fue

las preguntas sin responder


problemas sin saber

-si se resolvieron o no-

si hay más lucha en la vida

o ganada la victoria.

Pensamientos donde tu cabeza

termina contra la pared.

El futuro es ese viento que trae,

suerte.


El futuro es ese viento que trae esperanza

siempre soñamos

con un futuro brillante, pero….

nunca sabemos que puede pasar:

todo es un misterio.

El futuro es ese viento que trae

Recuerdos de lo que vivo ahora.


SIEMPRE LLEVO CONMIGO LO INVISIBLE


Siempre llevo conmigo lo invisible,

las cosas que sé pero no conozco

y pretendo averiguar a tientas

en ese país de ciegos

que es la mente y cada pensamiento

y todo cambio climatológico interior.

Palpo el cambio de la luz

los distintos tonos de los atardeceres camino hacia la noche;

de todos esos sueños en penumbra antes de despertar

escribo poemas, les ofrezco un hogar,

del jardín jeroglífico donde los perros garabatean


escribiendo futuros sobre un trébol lleno de escarcha,

que se marchita o muere.

¡Allá va! Oís los gritos. ¡Allá va!

Una pelota solitaria escala al cielo,

un ruidoso muchacho que no vemos la lanzó

a una niña en el pasto lejos del mediodía.

Los poemas los retengo

para releerlos algún día en invierno cuando oscurezca

a las tres, y mi razón para existir

sea una pelota trotamundos del cielo

lanzada al infinito

de una mano invisible a otra mano invisible.

Allí se quedará, porque

yo puedo hacer que el arco se congele.

Grito ¡Detenete!

y la pelota, en los versos,

se queda suspendida entre los árboles

para nunca bajar.

Así que ya ves, es cierto,

siempre llevo conmigo lo invisible

igual que vos lo llevas hecho visible en vos.


Ray Bradbury

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