Jornada del 17 Festival. ¡¡Poesía …allá vamos EP 22 y EES al Delta de San Fernando !!

 



A las 8:30 de la mañana del viernes 5 de setiembre. La lancha arrancó y empezó a pedirle permiso al río para meterse, para navegarlo, para llegar a ese lugar.

Antes de esto ya nos habíamos encontrado personalmente en el muelle los y las que íbamos a participar de esta aventura poética. Salvador, Julieta, Daiana, Manu, Fede y yo Elizabeth.  Nos aprontamos al muelle 2, Nacho, el profe, nos dio la bienvenida y nos dijo que el río estaba un poco bajo, por lo que quizás tendríamos que cambiar planes y volvernos antes. - El río decide -dijo Nacho.

En la lancha bastante repleta fuimos navegando entre mates, charlas de experiencias poéticas, sol, viento y río. De vez en cuando nos dábamos vuelta para mirarlo y saberlo tan grande, nos íbamos haciendo preguntas de la vida de isleños e isleñas, tan diferente a la nuestra con tantas calles, autos y cemento rodeándonos.

Llegamos, nos recibieron con calidez y unas ricas facturas para el desayuno, mientras nos organizamos con los grupos. A la mañana la Primaria y a la tarde la Secundaria nos habían dicho. “Pero hay viento zonda y el río está bajo, quizás nos tengamos que volver antes…” y de a poco ir entendiendo que la naturaleza es la que ahora tiene la última palabra. Tanto mal le venimos haciendo hace décadas, aquí, allá y en todo el mundo, que ahora ella hace lo que puede, contiene, sigue abrazando, pero a veces se supera a sí misma y se expresa.

Dividimos en tres grupos a les chiques de la primaria y allá fuimos. Dai y Manu con primero y segundo, Julieta y Salvador con 5to, 6to y 7mo y nosotres con Fede estuvimos con 3ero y 4to. Comenzamos presentándonos con nombres y colores preferidos, luego les leímos unos poemas del agua en sus variadas formas: lluvia, río, nieve, arroyo... algunas palabras empezaron a salir de las nenas y nenes y se mezclaron con las voces de Roberta Iannamico, Cristina Piña, María Cristina Ramos, Alfonsina Storni y una canción de Los Piojos. Ya el clima iba encontrando su cauce, entonces la seño dijo que uno de los chicos había escrito un poema para una chica… quiso buscarlo, pero no lo encontró, entonces él empezó a escribir lo que se acordaba, mientras el resto pensamos y escribimos palabras que nos trajeron esos poemas y a pegarlas en una tela/ agua celeste en el pizarrón. Había bastante timidez, pero con la ayuda de las maestras fueron surgiendo algunas rimas como… “Llovía con hielo desde el cielo / y con granizo que llega hasta el piso / y tanto hielo que da miedo” o “Un tronco en el Río de La Plata / tiene una enredadera que lo atrapa” …

Sonó la campana del recreo y el que estaba escribiendo dejó la hoja por ahí prometiendo que luego lo terminaría. Cuando todes se fueron y mientras ordenábamos encontramos una hoja que decía este comienzo… “Me cansé de decirte todo para gritarle al mundo que te quiero” Pensamos que ya había un poeta en ese grado y con una sonrisa seguimos la jornada.

 

Un almuerzo compartido y nuevo vistazo al río nos hizo de paréntesis. Luego nos presentamos con las chicas y chicos de secundaria y cada uno eligió a qué taller quería ir. Con Fede les dimos a elegir si un salón o el patio. El sol pudo más así que nos sentamos en ronda y nos presentamos con nombre y qué cosa nos gusta hacer. De ahí surgieron el fútbol, dormir, escuchar música, ir a la escuela…En un principio no entendimos bien lo de ir a la escuela, en general a los adolescentes prefieren no ir, pero claro, en la isla es el único momento de compartir con otras y otros. Después se hace muy difícil, no hay plaza, ni boliche, ni esquinas donde encontrarse.

Leímos algunos poemas de río, lluvia, delta y las voces de Alfonsina, Juana Bignozzi, María Cristina Ramos, Cristina Piña, Eduardo Mileo se hicieron presentes bajo el sol y el viento que nos despeinaba. También les leímos unos poemas de nuestra autoría. Ahí también hubo un ida y vuelta entre Fede y yo. Poemas sobre padre y madre que ya no están y un sentir y decir esa ausencia con palabras.

Les propusimos que pensaran algunos versos, palabras, que nombraran algo de lo que sintieron y así las biromes empezaron a moverse, algunes se juntaron intentando estar cerca pero escribieron solos y solas. Fue un momento de introspección, se escuchaban risas y algún “no me sale nada” pero la gran mayoría pudo escribir y luego en una ronda de voces, pudo compartir sus escritos. Aquí vino la maravilla de escucharles, de verles interesados e interesadas, un joven dijo que tenía un poema escrito en su compu y lo leyó, más otro que le había inspirado este momento de lectura…

“Las cicatrices del pasado nos recuerdan, a veces que la vida nos desafía con caminos difíciles, pero es en la oscuridad donde encontramos la fuerza donde seguir brillando”

“El agua es como un caracol porque va lento / el agua es como Messi porque fluye en la cancha”

“Podría decirte que cuando entro a mi casa, suelo recordar muchos momentos que juntos hemos pasado, ya no sé si llamarle hogar o lugar nostálgico, ya que tu recuerdo marcó y marcará tanta tristeza”

Nos agradecimos con un aplauso y unas palabras que surgieron: serenidad, escucha, hoy, lindo, compartir, música.

Los chicos y chicas a buscar sus cosas, arriar las banderas, nosotras y nosotros los que vinimos de la ciudad mirándolas bajar y pensando cuando volveremos a estar tan cerca del río otra vez, con una sensación de un día repleto de emociones, de nuevas experiencias, de sentirnos cada día más cerca de la poesía, de saber que nunca la vamos a dejar, que no podemos ni queremos.

Otra vez la lancha, los mates, las charlas. El río bajando, era cierto nomás que el río decide. Qué bueno que decidió que pudiéramos ir y volver a tiempo. Qué bueno este y todos los días donde las personas y los poemas se encuentran y hacen este mundo un poquito más bello.

                                                                         Elizabeth Molver / 5 setiembre 2025

   EP 22 y EES San Fernando

Comentarios

  1. What an inspiring post! The energy of Day 17 truly captures the creative spirit of the festival — poetry flowing like the San Fernando Delta itself! I really enjoyed how you connected the rhythm of words with the environment; it’s both thoughtful and refreshing. As someone who works as a systematic literature review assignments expert, I deeply appreciate how structure and creativity intertwine — much like how poetry balances emotion and precision.

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