(libro inédito)
Está crítica mi frente
(Sixto Marco)
"En verdad, desde esta distancia no puedo valorar la obra de aquella 'jauría' que ha abarrotado el patio de los 'lectores', tal como le dicen los que miran desde afuera. Tampoco puedo entender de qué hablan, desde este punto la escucha es casi nula, y los gestos no me dicen nada. De sus miradas, a veces creo que capto algo, pero enseguida me desmiento. Qué lástima, toda aquella perrada, tan lejos de mi propio perro."
(Sixto Marco)
"En la distancia, desde la distancia, por causa de ella, me he habituado, como Laslo Héctor, a pensar la forma de mis amigos simplificada, despojada de detalles, lisos, y a menudo abstractos. A su vez, con mucho esfuerzo de mi vista, logro ver cosas que se me antojan fantasmas y, pienso, podría ser cualquiera de ellos y no ser ninguno, tan livianos son. Y si dicen o no dicen, eso sí queda fuera de mi alcance."
(Sixto Marco)
"Si dijese que la mirada telescópica me ayuda a acercar a aquellos vecinos que pasan a la distancia sin verme, no estaría dicciendo toda la verdad. Los traigo a mí, pongamos que sí, y cuando los miro, y considero, no los reconozco, tan esquemáticas son esas figuras."
(Sixto Marco)
ˇLa mirada macroscópica tampoco me es de gran utilidad en mi intento de acercar, al tacto más que a la vista, a aquellos que conozco más de la memoria que de la relación. Quiero decir, donde contacto hubo y más tarde se interpuso distancia, queda una impresión sobre barro de lo que fue, barro sujeto a la acción del agua, y el agua, como sabemos, viene de pronto, en forma de lluvia o inundación, desde cualquier parte, en cualquier momento, sin motivo alguno."
(Sixto Marco)
¿Y la mirada negoscópica?
"Ahora caigo en cuenta de que lo que me aleja de las siluetas de mis amigos y allegados de antaño es la mera mirada. Ni teles, ni micros, ni paras, ni protos: gracias por la ayuda, no me sirve."
(Sixto Marco)
"¿Y si alcanzase con la mano uno de aquellos esquemas gentiles que se mueven del otro lado de la lente y me los pusiese en la boca? ¿Y si masticase? ¿Y si me tragase una figura sin masticar? ¿Digamos, de un afecto lejano, medio difuso, esponjoso?"
(Sixto Marco)
ˇProbé comérmelos: no tienen gusto a nada. Son falsos."
(Sixto Marco)
ˇProbé de nuevo con los falsos. Quise darle oportunidad a los falsos. Mastiqué con toda mi ciencia. Ñam, ñam, ñam. No era jugo lo que chupaba: ¡pura agua!"
(Sixto Marco)
ˇDejé de observar e igual sigo viendo. Dejé de comer y aún muerdo lo que venga. Dejé de recordar y aún sigo analizando. No vale la pena seguir ocupado en esto: 'estos' similares se despliegan en mi nombre. Y yo no los reconozco. Me llamo Sixto Marco."
(Sixto Marco)
De “Pitos y Creyendas”
(poemas para chicos, libro inédito)
En un campo de Flambia
en un campo de Flambia se enfrentaron
los bánfilos por un lado
los chánfalos por el otro
unos gritaban
"¡eh, chánfalos cámbalos!"
los otros
"vengan, bánfilos trámpidos!"
son cosas que decían de memoria
sin saber de qué hablaban
pero hablaban como flambos
porque todos eran de Flambia
en donde el chanflido se usa tanto
para guerra o para fiesta
esto era una guerra
bánfilos y chánfalos
con sus mejores galas
esto era una fiesta
una fiesta de guerra
por ejemplo las parpaflas:
eran de lujo
con bircoflas y mufletes
¿y las cormuflas?
los ojos se entornaban ante su brillo
tantas prinocoflas cargaban
ese campo de Flambia
temblaba de indignación,
"¿por qué no tendre patas
para mudarme a otras tierras?"
tembló y no es chiste:
cinco grados en la escala de sismos
pero bánfilos y chánfalos
ni se dieron por enterado:
creían que eran ellos mismos
y eso les daba orgullo
¡chanfla vanidad!
¡estaban bambuflados!
las luces encendidas
en las torres parparaflas
y los roflos que giraban
sobre un eje con jabón
cuando se largó a llover
cada bando engreído
creyó que era el llanto del rival
y al grito de "¡llorones!"
todos sacaron los cranflos
que se apagaron enseguida
porque la lluvia era la lluvia:
nada menos que lluvia
la tormenta provocó
el final de la batalla
bánfilos y chánfalos
privados del jolgorio
por obra del algo simple como el agua
se volvieron a sus casas
todas casas de Flambia
como este campo que tembló
(perdonen la rima)
de rabia
David Wapner nació en Buenos Aires en 1958. Es poeta, escritor, músico y artista multimedia. Como músico, fundó e integró las bandas “Gutural”, “El Error de Ameghino” y “David Wapner e huesos”, con las cuales actuó durante las décadas del 80 y 90. Ha publicado más de veinte libros, muchos de ellos para chicos, tres álbumes de canciones y, junto a la artista Ana Camusso, produjo cerca de treinta cortos de animación. Fue colaborador en diferentesipublicaciones y periódicos de Argentina y España. Fue director del tabloide Extremaficción y su continuación digital, el e-zine CorreoExtremaficción. La Asociación de Literatura Infantil y Juvenil (IBBY Argetina) le concedió en cuatro oportunidades el premio “Destacadps” al mejor libro para niños y jóvenes del año. En 2006, ganó el premio “Los mejores” del Banco del Libro de Venezuela (IBBY Venezuela), al mejor libro para niños en castellano (Los piojemas del Piojo Peddy). Publicó los libros de poemasMardablogues (2010), Una novela de mil páginas (2007), Violenta Parra (1999), Tragacomedias-Sacrificciones (1994) y Bulu-Bulu, (1987); Perrupagia Amoghino Bunfeld, en proceso de edición, saldrá alrededor de agosto de 2011. En 2009 publicó en libro de crónicas “Tierra Metida”. Entre sus libros para chicos se encuentran El Otro Gardel (1989), El águila (1994), Murmú, el tímido (1995), La Noche (1997, 2007), Barrosos casos del inspector Martinuchi (1998), Interland (1999), Canción decidida (con dibujos de Cristian Turdera), (2003), Los piojemas del piojo Peddy (2004), Pajarraigos (2008), Ícaro (2008), Pequeña Guía de la Gaturbe (2009, con Ana Camusso) y Barroso caso del Cuco Moscuco (2011).Sus discos: Friontera en directo (2007), en vivo en Zaragoza, Pequeñas Canciones de la Gaturbe (2009) y Wapner LivEuzkadi (2010), en vivo en el País Vasco.
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