La Industria ficción y su afán electromecánico: el poema (por Analía de la Fuente) 15 Festival en la ET25 (CABA)







Es el mediodía del viernes 8 en la Escuela Técnica N°25 “Teniente Primero de Artillería Fray Luis Beltrán”. Con el profesor Pedro Nazar disponemos las ubicaciones del auditorio donde estudiantes de 2do 8va y 2do 6ta van a recibir a 2do 4ta.

2do 4ta es un curso en el que desde 2021 se viene llevando a cabo el proyecto Poetas electromecánicos. ¿De qué se trata? De un acercamiento de los estudiantes a la poesía. ¿Por qué? Por la poesía misma. Pero además por la necesidad de pensar en futuros técnicos que abran las compuertas de su creatividad. Los especialistas en educación, investigación, organización empresarial y mercados hace un tiempo vienen hablando de “habilidades blandas”, de lo intangible, como valor: el trabajo en equipo, el pensamiento lateral, la imaginación. Quienes nos dedicamos a la escritura poética y/o a las didácticas de la literatura y de la lengua sabemos, desde antes de estos ítems en boga, sobre la importancia y potencia del lenguaje, sobre las posibilidades que habilita. Sabemos sobre lo trascendental que puede ser para cualquier individuo descubrir la propia voz, sus matices, sus formas. Decir de modo único y traer al mundo lo nuevo, reinventado lo que podamos reinventar es uno hde los horizontes de la poesía en las escuelas. Esto último, que en las justificaciones didácticas/pedagógicas/curriculares/burocráticas conviene nombrar como “fomento de las habilidades blandas”, es lo que se inscribe en el proyecto de Poetas electromecánicos, en el contexto de la educación pública de la ciudad de Buenos Aires en nuestra E.T. Y todo esto, a su vez, es parte de algo mayor: la Industria ficción (proyecto más amplio y género literario, que data de 2016 e intenta fusionar la escritura creativa con los ámbitos industriales como los talleres en los que se forman nuestras/os estudiantes).











Volviendo al 2do encuentro de Poesía en la Escuela en la 25, esperábamos a las y los estudiantes pensando de qué modo iban a sentirse más cómodos para exponer aquellos que conformaron el grupo de Poetas que está próximo a publicar por Industria ficción ediciones (editorial nacida en el contexto de todos los proyectos mencionados en el marco de la educación pública) su libro Wazaa de ejercicios sobre poesía industrial. Después de un rato de descartar varias opciones, decidimos dar vuelta las sillas y enfrentarlas en dos grandes grupos: portavoces del proyecto oyentes, de un lado, oyentes, del otro, frente a frente. Estos últimos llegaron muy puntuales al auditorio. Se ubicaron a un lado del salón. 

Esperamos unos minutos. Hasta la llegada de los estudiantes de 2do 4ta que se acercaban con algo de inquietud, nervios, ansiedad (el día anterior pude escuchar a uno de ellos en nuestra biblioteca, que decía a un compañero: “no sé lo que voy a decir mañana, ¿vos?”). Cada uno traía en sus manos hojas de carpeta n°3 con poemas escritos en las horas de Lengua y Literatura.









Di la bienvenida, nos agradecimos mutuamente el encuentro y comenzó la presentación a cargo del profesor Pedro Nazar quien, megáfono en mano, compartió su visión sobre la poesía y los trabajos que implica su escritura. Habló de Oliverio Girondo, poeta al que los chicos trabajaron durante muchas clases. Porque Girondo “les permite comprender que el lenguaje habilita la creación”, algo así, con otras palabras que ya no recuerdo con exactitud, dijo Pedro. Y estudiantes-poetas reafirmaron y subrayaron aspectos de la escritura como el descubrir, el juego, la exageración y la metáfora o el viaje. Entonces leímos a Girondo. Espantapájaros. Amor. Y desarmamos el poema entre todes. Nos detuvimos en sus versos, ahondamos en las posibilidades que nos iba ofreciendo el “amor pasado por agua” o el “amor de cartón piedra”, “lleno de prevenciones, de preventivos, de cortocircuitos”. Y las manos iban levantándose para sumar a la charla una interpretación y otra y otra. Y en el mientras tanto, entra al auditorio el rector de la escuela, Eduardo Fahey, y aporta al diálogo, interpela a algunos estudiantes que fueron alumnos suyos en años anteriores, invitándolos a leer sus poemas, y se queda pensando en la posibilidad de unir el proyecto de Poetas electromecánicos con la materia Dibujo técnico, cuando hablamos de procesos creativos y de hoja en blanco, de animarnos a romper el silencio y no demorarnos para comenzar a escribir.

Volvemos a Oliverio y al proceso de trabajo en 2do 4ta. Pedro nos anima a “irnos al carajo”. Frase que repite en sus clases cuando lee en voz alta y piensa en Espantapájaros, lo recorre minuciosamente con los estudiantes y concluye: Girondo “se va al carajo” con las palabras, juega, rompe sentidos, escucha y se concentra en los sonidos para crear desde la dicción y la voz, más allá del sentido común.

Y llega el momento de poemas electromecánicos. Entonces escuchamos, entre muchas otras, la voz de Nicolás Álvarez: “una chispa es como un sol/como una estrella/ como un ojo perdido/ como una estrella fugaz/ como un limón”; y la de Sebastián Fernández: “callo porque el martillo no sabe/ porque la lima no lima/para irme más que al carajo/callo para no explotar/ para que la soldadora hable/callo porque yo no sé nada/ porque las termitas del destornillador atornillan mis pies en el piso”.

Y como última actividad, escribimos. Pedro proyecta la definición de pinza en el frente: “una pinza es una herramienta de dos mangos en la que los puntos activos (mandíbulas de agarre, bordes cortantes, etc.) actúan en direcciones opuestas sobre la pieza de trabajo; sujatándola; cortándola o prensándola.” Y anota un listado de 10 palabras que fueron eligiendo lxs estudiantes: Amor/ Música/ Odio/ Sueño/ Tristeza/ Mar/ Mono/ Veneno/ Corazón/ Letal. Como corolario: una consigna de trabajo, transformar esa definición (u otra) intercambiando algunas de sus palabras por otras del listado. Chicas y chicos hacen silencio, y se ponen a escribir, en sus celulares, en sus carpetas, en un libro... Algunxs cuchichean, comparten impresiones, se preguntan, se piden una hoja... Tienen unos 20 minutos para intentarlo. Y surgen nuevas definiciones: “una pinza es una herramienta de dos odios, su mandíbula de agarre está llena de veneno, sus bordes son cortantes y cortan con tristeza, sus heridas son letales, actúan sobre el corazón de la presa sujetándola, cortándola o amándola” escribió Camila Fabián, de 2do 6ta. Para Agustina Barrionuevo de 2do 8va, “la lima es una herramienta letal utilizada para el desgaste del corazón y afinado de sueños de distintos sentimientos como el amor, el odio o la tristeza”.

Toca el timbre y nos quedan un montón de definiciones por leer. Las/os estudiantes nos las entregan o nos las envían por whapp. En cada uno de estos cursos vamos a seguir pensando en el poema, en sus flexiones, en las alternancias de la palabra cuando la palabra quiere acercarse al futuro.-







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