La Escuela de Educación Técnico Profesional N° 459 es una muy joven institución que este año cumple, nada más y nada menos que 50 años. Es la única escuela de esta especialidad de la ciudad de Pérez y además aloja en sus aulas a estudiantes de toda la zona vecina, no solo de la mencionada ciudad. Cuenta con tres turnos y un total de casi 500 estudiantes. Desde sus inicios no ha parado de crecer, siempre pujante y cambiante para ofrecer a todos sus estudiantes una educación pública de calidad, no solo en cuestiones teóricas y prácticas sino también en afecto y apego; haciéndose eco de todas las necesidades de su comunidad educativa y brindando respuestas allí donde hay una carencia.
Nos cuenta Flavia Pascualini, coordinadora de las actividades: "Este año cerraremos el Festival de Poesía en la Escuela, del cual venimos participando desde hace varios años, con la visita de la escritora de literatura infantil y juvenil Cristina Martín. Cristina es hacedora de textos, no sólo de aquellos destinados a los niños, sino de los más diversos y numerosos. Escribió muchos poemas y cuentos y hoy lo sigue haciendo. Tiene muchos libros publicados, sobre todo de poemas y será un honor y una fiesta contar con ella y su taller de lectura y escritura en nuestra institución. Porque leer poesía es engrandecer el mundo significativo de los pibes, porque creemos en la apertura de mundos imaginarios que la literatura poética provoca, porque creemos en cosas distintas a las que podemos ver y tocar con nuestras manos. Leemos poesía en la escuela porque confiamos en la posibilidad de que un verso o una metáfora nos abra la cabeza para que puedan entrar y deambular allí todos los pajaritos y pajarracos; leemos poesía porque un verso nos puede salvar del suicidio tecnológico aferrado al celular, porque leer poesía nos produce placer y porque a través de la lectura poética contribuimos a la construcción de espacios anchos, aireados y sin horizonte para recibir a la palabra, para que entre el sol por puertas prominentes y ventanas triangulares, para “recibir y construir” imaginarios, como dice Graciela Montes. Por eso la convocamos a Cristina, porque ella escribe, escribe y deja escribir, porque confía en la palabra cedida, en la palabra puente, en la palabra construcción."
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